Kaki

Historia del kaki

El kaki es una fruta dulce y carnosa producida por el árbol Diospyros caqui, originario de China y Japón donde se cultiva desde el siglo VIII. Apareció en Europa en el siglo XVII, particularmente en el área mediterránea donde las condiciones agroclimáticas favorecían su crecimiento

Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y las comunicaciones en barco a través del Océano Pacífico, el caqui entraría en Estados Unidos para, ya en el siglo XIX, llegar hasta el Viejo Continente, a Francia, España e Italia.

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Kaki ROJO BRILLANTE

Kaki SHARON

Cuidados

Plantar en lugares con buena exposición solar y, muy importante, que este resguardado del viento.
El kaki resiste bien las heladas primaverales e invernales si no son demasiado severas.
Regar moderadamente los meses de bajas temperaturas y aumentar con la entrada en producción de frutas en los meses de abril a noviembre.
Abonar en invierno con fertilizantes ricos en fósforo y ricos en nitrógeno y potasa el resto del año, si es posible de forma orgánica.
Hacer un control de plagas con productos naturales.
En invierno realizar poda de formación cuando el árbol es pequeño intentando dejar 3 o 4 ramas principales. Hacer podas de limpieza quitando ramas secas y acomodarlas al tamaño que tengamos disponible cuando el árbol sea adulto.
Los frutos se deben recoger cuando estén maduros, pero no blandos. Hay que tener en cuenta que sus frutos suelen ser de gran tamaño y son propensos a desprenderse del árbol cuando están maduros.

Aspectos nutricionales

A pesar de que las variedades de caquis difieren en algunas sustancias de su composición, en su mayor parte están formados por agua, aportando, además, una gran cantidad de hidratos de carbono y niveles muy bajos de grasas o proteínas, resultando una fruta de elevado valor calórico.

Un kaki aporta el 43% de la cantidad de fibra recomenda diariamente en adultos, el 22% del potasio y el 23% de la vitamina C.